Los sopladores-aspiradores eléctricos gracias a su capacidad de cambiar rápidamente de función, son capaces de adaptarse a múltiples situaciones. Esto también se debe a la presencia del tubo telescópico y las ruedas, que permiten mover la herramienta sin ningún esfuerzo.
En pocas palabras, el soplador-aspirador permite acumular grandes cantidades de hojas secas caídas y succionarlas posteriormente. Generalmente, de hecho, el método para aprovechar al máximo esta herramienta es utilizar primero el soplado para acumular todas las hojas presentes en un área específica. Una vez finalizada esta operación, la máquina se convierte fácilmente en un aspirador, para poder colleccionar todo el material recogido en unos instantes.