Los robots cortacésped son aliados importantes para el cuidado y el mantenimiento del césped, sobretodo los modelos sin instalación, ya que requieren poco trabajo por parte del operador y ninguna instalación.
Estos modelos de robots, de hecho, solo necesitan ser posicionados en la zona de trabajo y proceden de manera totalmente automática.
Gracias a unos sensores especiales, reconocen la presencia o ausencia de hierba debajo de ellos y trabajan en consecuencia.
Cada vez que encuentre un obstáculo o reconozca la falta de césped, el robot sigue en otra dirección de manera totalmente casual.
Estas máquinas son adecuadas para los operadores que no tienen suficiente tiempo para programar el área de trabajo o para instalar el cable perimetral, sin embargo son válidas alternativas para resultados quizás menos precisos, pero aún así eficaces.
La ausencia del cable perimetral y de las estacas para instalarlo se compensa con los numerosos sensores, que permiten que el trabajo sea más preciso a pesar del elemento de casualidad.
Normalmente de serie: